El presente artículo me animé a escribirlo gracias a la falta de información que hay, en el movimiento libertario, sobre un tema tan complejo como lo es el jazz. No soy, ni pretendo ser un erudito del tema, pero debido a un férvido instinto de melomanía y a la creciente ola de música que circula en los movimientos sociales, me parece necesario rememorar el origen y el desarrollo de este género musical. Aunque en la actualidad sólo conozco algunos conciertos que se vincularon al movimiento anarquista de la década de los años 20, me queda claro que el jazz tuvo una participación en la izquierda norteamericana, tanto en la izquierda comunista, y en menor medida, en la izquierda anarquista. En su momento, el jazz, fue un protagonista más en la larga lucha contra el poder y el capital.
El origen negro, cantos de
libertad
A
mediados del siglo XIX las transformaciones económicas del país norteamericano,
reclamaban la mano de obra necesaria para satisfacer las necesidades de la
nación. De
La
fusión entre los cantos de las faenas, los espirituales, las baladas y las
distintas formas de expresión popular, tanto africanas como europeas, le dieron
vida al blues. A principios de 1900 nace el ragtime, un estilo de tocar el
piano, llevando un ritmo regular con la mano izquierda y marcando un ritmo
sincopado que va haciendo la mano derecha (la síncopa es una nota que se toca
en un tiempo débil y continúa en un tiempo fuerte). El origen del ragtime se
asocia con los bailes que realizaban los esclavos haciendo mofa de los amos. La
mezcla de todos estos elementos: los espirituales, el ragtime, el blues y la
música clásica, le dieron origen al jazz. Seria injusto decir que el jazz era
una música para negros. La mayoría de los músicos que empezaban a tocar no
sabían leer la música, pero contaban con un sentido innato para improvisar,
factor de gran envergadura, pues el jazz es improvisación, expresividad, no hay
censura a la hora de tocar. La orquesta de Count Basie (una de las mejores
orquestas de jazz), según el propio Basie confesó:"No era, en el mejor de
los casos, una orquesta que supiera leer... No creo que tuviéramos más de
cuatro o cinco partituras en aquel tiempo". La primera grabación de jazz
se realizó en 1917, pero es evidente que años atrás ya había un larga historia,
en donde había participado un sector marginal de la sociedad norteamericana.
Nueva Orleans, el crisol de donde surgió la música de la síncopa, se transformó
en icono del ideario progresista: antirracista, en un principio anticomercial,
un lugar donde convivía la clase marginada. A partir de la década de los 20 el
jazz tomó una actitud combativa y de solidaridad con el movimiento obrero, y en
contra de la segregación racial, por lo menos algunos de los músicos así lo
manifestaron, denunciando las atrocidades en contra de los dos obreros
anarquistas, Sacco y Vanzetti, que injustamente eran juzgados por el Estado de
Massachussets. En más de una ocasión, trompeta y saxofón acompañaron los
mítines de protesta, reunieron fondos y exhortaban a sumarse a la campaña de
los anarquistas presos. En algunas huelgas que eran asesoradas por los IWW
(Industrial Workers of the World, sindicato revolucionario), las bandas de Jazz
estimulaban la lucha, como en la huelga general de
Louis
Armstrong, que en 1964 vendía más discos que los Beatles, públicamente
manifestó su total desacuerdo con las políticas del gobierno del Tio Sam,
diciéndole en un concierto, mientras hablaba en contra del racismo: el gobierno
norteamericano "puede irse al infierno". Billie Holiday, "la voz
más desgarradora del jazz" , como diría alguien, hacía lo propio,
denunciaba la segregación racial y el abuso policial. En pleno concierto, a
todo pulmón, Billie dirigía su arenga en contra del Estado norteamericano,
evidenciando los tratos a los que eran expuestos "los afroamericanos y los
trabajadores que habían levantado al país", la policía no se hacia
esperar, y arremetía contra la inconforme mujer, quien fue detenida en varias
ocasiones por manifestarse y consumir enervantes. Al igual que otros músicos de
jazz, tuvo una vida dura. Ser mujer, negra y pobre en una sociedad racista, no
es fácil. Durante varios años sobrevivió cantando en los cabarets donde se
tocaba jazz. Víctima de una violación a los 10 años, hija de un pordiosero y
adicta a la heroína, se ganó el respeto de quien la escuchaba entonar su
"Strange Fruit", el poema contra los linchamiento s que ella
transformó en una hermosa canción. La participación de un sector marginal en el
quehacer jazístico dejó una impronta indeleble, en la que muchos han señalado,
al jazz, como la aportación más grande a la cultura popular occidental.
El jazz de izquierda
anticapitalista e internacionalista
Varios
músicos llegaron a militar en la izquierda de los Estados Unidos, a Duke
Ellington (pianista y director de una gran orquesta), el FBI lo investigaría
por su apoyo a las campañas del Partido Comunista. Dizzie Gelespie (virtuoso
trompetista y uno de los creadores del bebop) adquiriría el carnet del Partido
Comunista. El cantante Paul Robeson, de tendencia anarco-comunista, le cantaría
a la guerra civil española. El carácter internacionalista del jazz se dejó
sentir con "Lament for the Congo", una bonita pieza que fue grabada
por Charlie Parker (quizá el mejor saxofonista alto que ha dado la madre
tierra), en honor a Patricio Lumumba, uno de los exponentes del socialismo
africano. Liberation Music Orchesta (1969), contenía cuatro piezas dedicadas a
la guerra civil española y una conmemoración al Che Guevara. En Gran Bretaña,
Alemania y
El bebop
El
jazz tiene infmidad de estilos, el cool, el hardbop y el bebop, son unos
cuantos, algunos representan las transformaciones técnicas que padeció la
sociedad estadounidense. A finales de
En
este somero recorrido por la historia del jazz y su participación con los
movimientos sociales, traté de aportar mi granito de arena a una larga historia
que aún no se escribe, no es mi intención señalar que el jazz fue un paladín de
la libertad o de las luchas sociales, pues también existieron músicos que
mostraron una actitud pasiva o conformista ante las injusticias. Tampoco quiero
señalar que el jazz lo inventó la clase marginada de los EE UU (aunque sí tuvo
una participación de suma importancia), pues varios artistas pertenecían a una
sector privilegiado, si no es que a la burguesía. Mucho menos deseo afirmar que
el jazz se vio influido por los ideales ácratas. Faltaron varios períodos por
narrar, puesto que la historia del jazz y las luchas sociales no solo se
limitan a EE UU. En lo personal, encuentro varios elementos dentro del jazz,
que me parece importante señalar: En primer lugar el jazz tuvo sus origines en
la música folclórica y popular de la clase marginada. Le dió voz a las luchas
sociales y denunció las atrocidades de un régimen autoritario. Una música
hágalo usted mismo, que podían practicar las personas corrientes, y no sólo las
que habían recibido preparación técnica, una música que, paradójicamente, le
proporcionó el carnet de identidad a la nación del Tio Sam. En la actualidad
pareciera ser que el jazz es una música para las élites de las sociedades
modernas, y que jamás se vinculó a las luchas contra el capital; pero el jazz
es una música con espíritu libertario.
Artículo
extraído de:
http://www.nodo50.org/tierraylibertad/5articulo.html
http://www.radioklara.org/spip/spip.php?article495